No siempre el motivo del retrato es la faz.
Un retrato puede describir y expresar igualmente, mostrando sólo partes del cuerpo, lenguaje corporal, posturas e incluso ser muy descriptivos sin mostrar siquiera a la persona, a través de sus objetos personales, escenas que ama, lugares que lo delatan.
Una imagen de espaldas, una sombra insinuante tras un biombo, un rostro que se oculta tras las manos o un pañuelo... tal vez sólo un par de manos o una melena cubriendo la cara, pueden ser retratos perfectos de gran calidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario